La Historia de Pablo: Cuando Todo Parecía Perdido
Pablo nunca imaginó que terminaría en un juzgado acusado de violencia doméstica. Todo comenzó con una discusión con su pareja sobre la custodia de su hijo pequeño, Lucas. Las palabras subieron de tono, hubo empujones, y al día siguiente se encontró con una orden de alejamiento.
Lo que más le dolía era no poder ver a Lucas. "Sólo quiero ser un buen padre", me dijo en nuestra primera consulta, con la voz quebrada. Las acusaciones eran graves: supuesta violencia física y psicológica, incluso contra el niño. Pero algo en su historia no cuadraba.
Investigamos a fondo. Revisamos mensajes, testimonios de vecinos, incluso el informe del colegio de Lucas. Descubrimos que la madre había manipulado situaciones y exagerado hechos para obtener la custodia completa. El niño, confundido, repetía lo que le decían.
El caso fue duro, pero logramos demostrar la verdad. Hoy Pablo tiene custodia compartida y puede criar a su hijo en un ambiente de amor. Lucas ya no tiene pesadillas y vuelve a sonreír cuando juega con su padre.
Esta historia me recuerda por qué elegí esta especialidad: para defender a quienes, como Pablo, necesitan que alguien les crea y luche por ellos cuando todo parece estar en su contra.